Retratos de niños

Los retratos de niños pintados al óleo dotan a la figura de una trascendentalidad que mira hacia el futuro.

Mi experiencia me ha demostrado que el dibujo y la pintura de niños es el tipo de representación más complicada que existe. El cánon se aleja ligeramente de las proporciones de un rostro adulto, por lo que captar la edad del modelo es un gran reto. Si un retrato no está bien pintado, en los cuadros los niños parecen más mayores.

Las formas del retrato de un niño o niña son redondeadas, sutiles y  delicadas. La mirada de la infancia revela un brillo especial en los ojos, y en la comisura de los labios se atisba una chispa de picardía que hace que los niños deleiten nuestra visión, y nos trasladen a la ensoñación de nuestra infancia perdida, que a la vez permanece inalterable.